La mujer asesinada ayer, en la localidad lucense tenía 71 años, al igual que el agresor, su marido de 68 años, que se suicidó en una vivienda anexa al domicilio que compartían. Dejan tres hijos mayores de edad y no constaban denuncias previas por malos tratos, pero el marido, un empleado de la fábrica de Alcoa, jubilado arrastraba desde hacía tiempo problemas psicológicos. Fuentes de la investigación han explicado que fue uno de los hijos de los fallecidos, los que avisó a la Guardia Civil.
El cuerpo de la mujer, Maria Elena Rodríguez Quiroga, de 71 años se encontraba en el interior del domicilio, con un disparo y el del marido, Manuel Gago Rodriguez , de 68 estaba en un anexo también con un impacto de arma de fuego.
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